Ahhhh, la vejez. Esa palabra que lleva implícita muchas cosas como sabiduría, admiración, recuerdos y en muchos casos, también, el desprecio y el olvido. Hoy la vejez no estará referida a una persona, sino más bien, a una casa.
La isla esta llena de casas muy antiguas, algunas de ellas incluso patrimonio nacional, que aunque no lo crean, este ostentoso título, se transforma en un impedimento para su restauración, ya que no se puede pegar un clavo ni cortar una tabla sin la debida autorización, por más que la casa sea tuya.
La isla esta llena de casas muy antiguas, algunas de ellas incluso patrimonio nacional, que aunque no lo crean, este ostentoso título, se transforma en un impedimento para su restauración, ya que no se puede pegar un clavo ni cortar una tabla sin la debida autorización, por más que la casa sea tuya.
Esta casa ubicada en Castro, entre la intersección de O'Higgins con Sotomayor, fue una antigua casa clásica de la arquitectura isleña, que probablemente su imagen esté guardada en muchos álbumes de fotos de gente de todo el mundo. Su color llamativo verde calipso resalta sobre el gris de los días de invierno, sus altas ventanas dejan entrever antiguas cortinas enpolvadas de viejos recuerdos de la gente que ahí vivió, sus puertas dobles se ubican justo en la esquina decorada con llamativas figuras ondeantes de alerce, ambas cerradas desde ya hace mucho tiempo con un lgran candado, como una señal del incierto destino de esta casona.
Según se comenta, tal cual como las viejas historias de brujos, pincoyas y caleuches, esta casa se vendió. Incluso toda la mueblería antigua fue a parar a manos del mejor postor. No quiero juzgar a los dueños por su desición, sus razones tendrán, seguramente más de algún remordimiento o arrepentimiento existirá.
Pero la gran incertidumbre es, ¿que pasará con la identidad isleña?, acaso nos llenaremos de casas de plástico y vidrios polarizados. ¿Construirán en su lugar una botillería, o una central de llamados o la oficina gubernamental de la protección del patrimonio chilote?. No lo sé, pero tal como a mi, se que a mucha gente, y más a gente nacida acá, le da mucha tristeza ser espectador y ver en primera fila lo que está pasando. Espero equivocarme, ya que aún queda la fachada de la casa, quizás la mantengan, sería lo menos malo que podría pasar. Pero, indudablemente, en cada palo y tejuela desprendida destinada a calentar una estufa y transformarse en ceniza, se desvanece parte importante de la historia de una ciudad.
DEFINITIVAMENTE LA CASA LA DEMOLIERON............. (1930-2005)
2 comentarios:
la culpa es de esos viejos degenerados que cobran un ojo de la cara por la madera y en especial por las tejuelas, verdaderos "narcos de la madera", que no trepidan en hacerte millonarios a costa del oro verde. Así nunca recuperaremos nuetro patrimonio ¿sabías que ponerle tejuela a una casa sale 10 veces mas caro que ponerle zinc? 5 veces mas caro que el cemento?
Muy binito lo que escribio sobre la casa verde, es verdad que las cosas viejas pasan por que viene la modernidad, pero hay cosas como esta casa que deverian permanecer en el timpo por que son parte de la historia y la cultura de Chiloé.
En lo que respecta al comentario hecho el 2 de agosto 2005; no estoy de acuerdo con lo que dice esa persona, por que eso no tiene relación con que hayan demolido la casa.
FELICIDADES POR SU PÁGINA
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