Un paseo por la ciudad de los tres pisos

Así se le conoce a Chonchi, ciudad ubicada al sur de Castro, a pocos kilómetros. Aprovechamos de un día domingo muy grato, de buen tiempo y mucho sol (cosa rara en esta época), para dar un paseo por sus tranquilas calles.

Nos dirigimos al Terminal de buses rural de Castro, después de una corta espera, tomamos el minibus que costó $500 pesos (un dólar). Nos bajamos frente a la iglesia San Carlos de Borromeo (patrimonio de la humanidad) que presenta una nueva cara después de la restauración realizada en forma obligada producto que hace unos años, tras un fuerte temporal, perdió la torre. En su interior aún está en reparaciones. Que tranquilidad se puede respirar dentro de este templo, construído enteramente de madera, y eso que no me considero muy religioso.

Bajamos por la calle principal, observando detalladamente la arquitectura de las antiguas casas. Me detuve a comentar, pensar que paso por acá todos los días y miro pero no veo, por andar apurado pensando en las cosas que me faltan por hacer durante el día o las cosas programadas para la semana.

Mientras la gente, camina a paso lento y tranquilo. Total, ¿Quién los apura?. Me preguntaba, ¿como sería si ésta fuese una calle Santiaguina?....Ufffff

Caminando por la playa, esquivando algunas bolsas y cajas de vino en el suelo (no todo podía se perfecto), observé a un pescador limpiando afanosamente su panga (bote) de madera. Luego, nos subimos a un estrecho mirador (especie de cúpula), del nuevo mercado de Chonchi, donde se aprecia todo el puerto. Primera vez que me subía. La verdad nunca lo había visto.

Partimos al muelle, desde ahí se puede apreciar una buena postal de la ciudad. Mientras sacaba fotos, al lado de nosotros estaban unos pescadores de día domingo, que con un tarro y una lienza celebraban su triunfo. Por fin después de harto rato habían logrado pescar algo, casi como si se hubiesen sacado la lotería.

Ya de vuelta quise comprar un CD de música de Bordemar, en una tienda ubicada en calle Pedro J. Andrade, a una cuadra de la costanera. Ese caballero no se como se las arregla para tener de todo lo que ando buscando, y a precios muy convenientes, incluso música que no he visto en otras tiendas. Pero me fue mal, estaba cerrado. Claro era día Domingo, esto no es un mall.

Llegamos a Castro, yo muy satisfecho y relajado.....¡¡Que mejor terapia para el estrés.....!!